martes, julio 17, 2007

El pequeño circo a sol...

"el Basco&el Davis - Pucarpa en papayas"

Dia duit.

Ufff... creí que ya no podría conectarme más... bueno, para terminar de relataros mis últimas vivencias en Pucallpa os voy a poner unas fotillos junto con una narración de los hechos acontecidos en las últimas semanas de huelga y marrones en la selva, en la que todo es verídico... surrealísticamente verídico...



Los saludos especiales de este artículo son para mi querida amiguita Laurita... jejeje... mai diar litel friend... hasta esta noche en la toma del pisco... Besitos.

Slán.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Chato, esta canción relato no tiene desperdicio. Me parto. Un buen hallazgo este Basco. Y tu decojone al fondo, me ha recordado a la grabación dedicatoria a Lot camino de... ¿Asturias?: Dos hermanitos que siempre van juntitos... juasjuasjuas. Larga la canción pero a cada pedazo mejor, el fragmento del mago y los periódicos: sencillamante genial. Me he reído yo imaginando el numerito!! Bueno, nene, un besote a ti y a la Lauri. pasadlo mu, mu bien. Y que los dioses te sean propicios. La vaca de mala leche, al matadero se va... Muerto el perro, se acabó la rabio, no? Agur eta muxus

Xabier .j. dijo...

Pucallpa: "Pucarpa bajo la carpa"
Pucallpa bajo la carpa estrellada de una lona vieja y rasgada. Gritan sus lugareños a ritmo de motocarro y cumbias calientes, -¡niños y niñas, el circo Peter Pan os invita a la ultima funcion, payasos, magos y trapecistas!.
Circo bajo la luna y las estrellas, en compañia de bananos que rasgan la lona queriendo participar de la ultima funcion del circo a sol de la selva.
Horas despues de la caida del sol, en un asentamiento humano a las afueras de la ciudad de Pucallpa, ya bajo la proteccion de un mosquitero crema, colgado del techo de palma, trataba de dormir esperando que el calor humedo de las ultimas horas de la noche me permitiera descansar y sentir el frio agradable de la noche ya avanzada.
La voz del circo vomitada de un antiguo megafono a pilas, repetia noche tras noche la misma cantinela acompañado de cumbias calientes, -¡ultima funcion, niños y niñas, el circo va a comenzar!. A esta hora del dia el cansancio se mezclaba con los ultimos coletazos de surrealismo que revoloteaban en mi cabeza tratando de racionalizar lo irracional de una rutina improvisada vivida en una ciudad de la selva.
Derrepente me asalto con fuerza la curiosidad y el deseo de participar aunque sea como expectador en una funcion de circo en la selva amazonica. La carpa estaba escondida y se confundia con la flora salvaje del entorno, de hecho las lianas y los arboles se convirtieron en expectadores activos de la funcion. Cuando llegue, en la taquilla improvisada, una mirada homosexual clavo con intensidad sus intenciones y subitamente con indiferencia y caida de ojos sobreactuada, rompio un trozo de papel azul castigado por la humedad y lo cambie por un sol, 20 centimos de euro.
Al paso siguiente, mientras tomaba consciencia del precio de la funcion no pude reprimir una sonrisa tierna, llena de sorpresa, una voz dentro repetia -el circo a un sol y el circo del sol.
No habia terminado de masticar el momento y derrepente un simpatico monito atado con una cuerda a un palo clavado en el suelo me sale al paso, me mira con ojos humanos lleno de tristeza y melancolia de otros tiempos de libertad. Me acerco y agarra mi dedo con fuerza, imagino su conversacion que decia; - sorry my friend, hello (extiende su mano), please, thankyou, bye bye. Obviamente sentiamos cierta familiaridad y solidaridad, los dos eramos monitos de feria para los lugareños de la selva, el era el monito y yo el gringo, que debe ser una variedad no adaptada de la misma especie.
Jugamos un rato y compartimos como colegas unos puñados de pipas y palomitas. Por momentos, el mono sintio celos, yo llamaba mas la atencion que el. Los niños me tocaban y al rato sentian cierta decepcion por que no percibian diferencia alguna.
Deje al mono despues de abrazarnos y desearnos suerte.
Entre en la pequeña carpa rasgada por el tiempo y la humedad. Me senti transportado en el tiempo a un mundo donde todo es posible y la magia me mostro su rostro. El diametro de la carpa era de unos 10 metro y la altura en el centro alcanzaba 6 metros aproximadamente, el suelo era un pedazo de selva pisoteada que se habia convertido en tierra seca y polvorienta. Las gradas levantadas con cuatro tablones sucios, astillados e incomodos se situaban en un semicirculo a modo de anfiteatro. Eramos cuatro, tres niños y yo. La cantinela del megafono portatil seguia invitando a los niños y niñas tratando por todos los medios de llenar el aforo de unos 30 expectadores. Poco a poco los tablones se iban llenando de niños, cerca de las 9 de la noche el aforo se completo y se abre el telon-manta.
Durante unos minutos se vive cierto caos en el centro de la pista, no acabo de discernir que esta pasando. Veo como atan dos troncos en cruz con cuerdas y gomas de neumaticos y ta-chan!
Levantan el invento y los troncos se convierte en una especie de trapecio, una rama de arbol, con cuerdas en sus extremos y atadas al palo mayor.
La atmosfera decadente y magica envuelve el espacio, las luces se apagan y en la pista aparecen tres payasos con el personaje de homosexual que interpretaran durante toda la funcion, narices rojas, pantalones de tirantes, maquillaje corrido por la humedad y lacitos en el pelo, uno de los payasos no abrio la boca en toda la noche. Era el payaso invisible y el que mas gracia me hizo.
Busque a la mujer barbuda entre la lona y las palmeras de coco, pero no tuve exito y me concentre en el aqui y ahora de la funcion, no quise perderme detalle.
Rapidamente los payasos clavaron sus miradas en mi, el unico gringo del circo. Me converti sin quererlo en parte de la funcion, se rieron de mi, me rei de ellos y nos reimos juntos.
Los payasos no paraban de darse bofetadas, patadas y se tocaban el culo y el paquete, las carcajadas fueron intermitentes a lo largo de la noche. Despues de acabar amoratados de tanta violencia ficticia, dieron paso al malabarista. Era uno de los payasos, tres pelotas y tres bolos, mientras hacia volar sus cachibaches se tiraba pedos, y mientras los recogia del suelo tambien.
Ta-chan!, aplausos sinceros y apasionados de los niños y los mios.
Se apagan las luces y presentan al mago del circo, aparece con un traje de Paco Ravan obsoleto, roto y pasado de moda, el pantalon le llega por encima del hombligo sin hache. El mago era el homosexual que trato de fulminarme con su caida de ojos a la entrada del circo, era el jefe del circo, el domador de fieras y zancudos. Empieza a desplegar sus trucos o mejor dicho empieza a hacer añicos una hoja de periodico amarillenta que va escondiendo sus pedazos en la mano, mientras la otra mano sudada por la dificultad del truco la mantiene cerrada con fuerza. Cuando ya no podia partir mas la hoja, soplo con polvos magicos las manos y saco poco a poco de la otra mano una hoja entera, sin romper, de diferente color y con distintas noticias, el publico en general y yo en particular aplaudimos alucinados, ellos por unos motivos y yo por otros distintos.
El siguiente truco, despues de lanzarme otra caida de ojos a lo Bety Davis, fue el de los pañuelos que saca de un cilindro negro, nada por aqui, nada por alli, sin trampa ni carton, saca con dificultades los pañuelos de diferentes colores. Aplausos...
Aparece en escena el hombre del fuego, se acerca a un vaso y se lo bebe, enciende un palo y... tras varios intententos lanzando fuego por la boca, el hombre de fuego se quema la barbilla y la nariz, no importa nadie lo nota y es parte del oficio...
Redobles de tambor.... -¡en... la... pista... el... trapecista!
El amo de la pista con su melena engominada da un salto y se cuelga del trapecio, empieza a balancearse y en sus piruetas pendulares golpea la boca de un niño, por falta de espacio. A veces se impulsa tanto que desaparece por momentos entre la lona rasgada del techo del circo. La verdad que fue el numero mas excitante de la funcion, el riesgo que corria era evidente, los troncos que soportaban el trapecio se movian y los payasos tenian que sujetarlo con fuerza.
Aplausos...
Intermedio... Los payasos empiezan a repartir gaseosa de chicha morada en bolsitas de plastico a medio sol y chocolatinas caducadas de sol.
Se reanuda la funcion con los payasos, chistes verdes, tortazos, patadas, tocadas de culo y paquete y se cierra el telon-manta.
La magia me acompaño durante un tiempo, fue una experiencia muy especial que queria compartirla. Dias despues conoci al Davis, un hombre de buen corazon con alma altruista, vamos!! una perita en dulce para los lugareños de la selva. Le ofreci la experiencia y repetimos funcion del "Circo a Sol".
www.sidiosquiereyeldiablolopermite.blogspot.com
Xabier .j.