Soñando...

"Despistaos - Sueño rojo"

Jó napot kívánok.

Un nuevo día, y los hechos se siguen sucediendo... todos sueños, unos azules, otros amarillos... marrones, verdes, negros... y rojos... rojos como la vida misma... sueños atrevidos y riesgosos, sueños que te cuesta realizar pero con un potencial seductor... atrayentemente factibles...
... así, con suerte, te consigues embarcar en uno de esos sueños que igual pintan de alcanzables que de lejanos...
Cierto es que las paradas del tren las buscas tú, consciente o inconscientemente, pero igual de cierto es que no en todas partes hay metro...

Anoche sobre la una de la mañana arribó la vaca al puerto de Pucallpa... tímida... silenciosa...

Al final el sábado consiguieron que les ayudara un patita y emprendieron el camino de regreso sin preocuparse de cargar la vaca... lo importante era llegar ya a buen puerto.

Algo de pescado y unos cuantos pasajeros ha sido la escasa entrada de plata de la vuelta... algo es algo... dando al balance global un muy reducido margen de ganancias... vamos... un mierdón de viaje...

Algo hemos platicado ya, y creo que intentaremos un nuevo viaje tras las reparaciones... pero bueno, por mi parte yo ya me siento tranquilo... continúe navegando la vaca o no...

Estoy contento de poder haber estado acá, con la vaca, con Eduardo y con “el Chino”, con Edgar, con Jorge y con Kike, con los picarones y las papas rellenas y con todas esas tripulaciones sin palabra de las que también se aprende... de Lucil y de mi cuarto sin ventanas... lejos de casa pero con todos vosotros mirándome desde las paredes... de haber podido perseguir mi extraño sueño rojo hasta acá, hasta el Perú...
... un sueño del que, a decir verdad, he aprendido infinitamente más que si hubiera ido como la seda.

... agujas penetran tu cuerpo y te hacen más fuerte... todos esos errores y problemas que se van sucediendo en el sueño, sorteándolos y chocando contra ellos... hasta que consigues ver un horizonte... aprendiendo de todo ello...

El problema que me ha surgido a mi ha sido que ése horizonte no parece llegar nunca... y es aquí donde entran en juego tus miedos... asomando de soslayo y sembrando esa dichosa duda, ese seguir o no seguir, mandar a la mierda tu problemático camino o renunciar a tu rojo sueño...

Hace ya meses una gran amiga me decía que posiblemente mi huida no era el hecho de abandonar la vaca, sino todo lo contrario...

Hoy... me siento como que ya he hecho lo que tenía que hacer por estos lares... acabe como acabe ya el cuento... y, creo, que solo me queda disfrutar de estos meses de verano en compañía de mis amigos...

Un beso fuerte, Ana... hoy, acá, te toca a ti...

Viszontlátásra.